sábado, 24 de febrero de 2007

OLAVIDE

Pablo de Olavide, inteligente y precoz, educado en los jesuitas de Lima, genuino hijo de la Nueva España y seguidor de Voltaire y la Ilustración francesa, es nombrado asistente de Sevilla en 1767.
Afronta su tarea con mente racional, y para ello ordena dibujar el primer plano de Sevilla (1771), dividiendo la ciudad en cuarteles y manzanas y rotulando con azulejos cada una de ellas. Necesita conocer el objeto de su administración. Regula y ordena la limpieza y alumbrado de la ciudad, los baños del río, el saneamiento del barrio de “la Laguna” con el arquitecto Molviedro, y adecenta la orilla izquierda del río con paseos.
Realiza una labor ingente: reforma universitaria, libertad de comercio, navegación del río, reforma agraria, etc. Poco a poco va afectando a todos y cada uno de los sectores de la ciudad, tocando sus privilegios. La inmensa tarea desarrollada en Sevilla y en la repoblación de Sierra Morena simultáneamente, solo se entiende para un hombre acostumbrado a la escala de América y sus inmensos territorios. Asimismo, ello explica su ausencia de prejuicios y cautelas para las reformas emprendidas. Finalmente pone en marcha de nuevo el teatro en Sevilla, recopilando textos, edificando teatros y abriendo la primera escuela dramática de España. Todo ello contra la tradición y costumbre que hacía que en Sevilla no hubiera comedias desde hacia un siglo.
Cuando su tarea llega al máximo de actividad el Santo Oficio procede contra él, y es encarcelado el 14 de noviembre de 1776. Solo hacía nueve años que había llegado a Sevilla. Fue condenado a exilio perpetuo de Madrid, Sevilla y Sierra Morena, de Lima, y de Andalucía, y sus bienes confiscados.
Pablo de Olavide representa el drama de los hombres de su tiempo, la duda entre fe y razón, entre patria y modernidad. Para nosotros es el ejemplo permanente de alguien que quiso una Sevilla mejor en una sociedad culta y no se lo permitieron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sabía que había sido un ilustrado y que había tenido problemas, pero no conocía su historia.

Eso de que "la Historia pone a cada uno en su sitio" aquí se ha cumplido, y es un bonito detalle que la segunda universidad sevillana lleve su nombre.