jueves, 28 de diciembre de 2006

MEDIODÍA

“Lo peor de Sevilla es el sevillanismo. Al volver ahora sobre el tema de la ciudad después de unos años de alejamiento lo que más me desagrada en ella es su exaltación, sobre todo la exaltación literaria. Literariamente Sevilla está demasiado hecha, demasiado trabajada. Dejémosla estar. La única manera de no torcer su sentido será no pretender interpretarlo. No añadirle cosas; dejarla desnuda; cuanto menos literatura mejor.” Manuel Chaves Nogales. Sevilla desde dentro y desde fuera. MEDIODÍA Revista de Sevilla. Número 1. Junio de 1926.
Estas líneas me parecen una declaración de amor a su ciudad por parte del autor, en la misma medida que un buen maestro cifra todo su saber en contribuir al desarrollo de su alumno, sin intentar torcer sus potencialidades, su sentido y expresa su cariño al hacerlo sin forzar su personalidad, si tener que repetir modelos previos.
Los poetas y artistas sevillanos del primer tercio del siglo XX son invocados frecuentemente como los mejores intérpretes de las esencias de la ciudad. Creo que ellos querían una Sevilla mejor que la que conocieron. En el editorial del citado número de la revista MEDIODÍA se puede leer: “Para ello una sola norma: depuración. Pocas ciudades tienen que lamentar una falsa leyenda emplebeyecida, un cúmulo tan denso y pesado de equívoca literatura como nuestra ciudad. A mal semejante solo una rigurosa depuración puede oponerse. Depuración en todos los órdenes dentro de una fina cordialidad para los diferentes gustos y tendencias…”. Esta declaración la respaldan con su presencia en la revista, Manuel Chaves Nogales, Eduardo Llosent y Marañón, Juan Miguel Sánchez, Joaquín Romero Murube, Rafael Laffón, Alejandro Collantes de Terán, Felipe Cortines y Murube, etc…
Ochenta años después del primer número de MEDIODÍA Revista de Sevilla, y en los comienzos de un nuevo siglo, podemos pedir como Chaves Nogales, que nadie pretenda interpretarnos. Somos los sevillanos los que hacemos la ciudad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leerte siempre es descubrir. Un día tendrás que poner una bibliografía esencial.